El fin de semana del 26-27 de Enero acudimos a la exposicion canina de Oporto (en Portugal y punto obligatorio del Campeonato portugues)
En este caso fuimos de personas: Alvaro, Carlos y yo, y en el equipo perruno, Kay, Aisha y Zeta.
Nos cuenta la cronica Alvaro:
Desde el principio afrontamos el viaje y exposicion de Oporto con muchísima ilusión, un viaje largo con buena
compañía y para una expo de alto nivel, ya que era un punto
obligatorio.
Fue montarnos en el coche y creo que pensamos que sería
una exposición diferente. El primer reto: aguantar la primera
noche en el coche delante de la expo, haciendo bastante frio y el
aforo del zafira un poco completo.
Yo fui el primero en salir del
coche para estirarme después de estar en una postura un tanto
incomoda durante varias horas, al salir del coche solo pensaba en que
se abriese las puertas del recinto para empezar la jornada y cuando
me da por mirar la hora se me cortó hasta el frío, se nos pasó el
detalle que en Portugal hay una hora menos que en España.
Yo harto
del coche y de la noche, me deprimo cuando ajusto la hora portuguesa
y aun quedaban un par de horas para empezar la expo. Berta me
acompaña en el paseo nocturno y aprovechamos para sacar a las
perras, pero como Berta y yo tenemos un humor muy bueno nos hartamos
de reir al pensar lo torpes que habíamos sido y bueno ya quedaba
menos, Carlos ni se inmuto del fallo técnico porque digamos que
tiene un sueño fácil.
Llega la hora de entrar y empezar a montar el
tinglado. Salíamos temprano a ring, y bueno no conseguimos el punto
de Kay pero Zeta consiguió la mejor joven, lo cual significaba que
nos quedábamos a las finales. Esas horas las pasamos con nuestros
amigos perreros y comiendo sobre todo. Llegan las finales y se
cumplió lo previsto, no hicimos nada en grupos, pero no era malo así
podíamos ir antes al hotel para dejarlo todo listo e ir con la
compañera de Berta a hacer turismo a Oporto. Estábamos muy cansados
pero muy contentos por ir cámara en mano.
Pasamos una noche
estupenda, cenamos un riquísimo plato portugués, y nos hicimos
cientos de fotos. Llegamos al hotel, las perras cenaron y se
acostaron de manera inmediata porque estaban reventadas, al igual que
nosotros, solo recuerdo como me acostaba en la cama después de una
ducha maravillosa.
Suena el despertador y yo
tenia un buen presentimiento, mientras Berta y Carlos preparaban las
cosas yo me encargué de sacar a las 3 gitanillas, aunque hacia una
mañana de lluvia. Nos montamos en el coche con la sensación de
haber pasado una noche muy corta, llegamos a la puerta del parking
del hotel, que no abria hasta las 7 y media de la mañana y nuestro
despertador sonó a las 7, pero hora española… Otra vez no!! Nos
volvimos a confundir era las 6 de la mañana y ya que estábamos con
todo preparado, aprovechamos para desayunar en el coche y cuando nos
da por mirar los espejos vimos una fila de coches que también se
habían confundido, obviamente todos españoles pero bueno echamos
una horita de charla con gente muy maja.
Por fin llegamos al
recinto y esta vez estuvimos compartiendo el dia con Gundor Paris.
Empezamos a preparar a Kay y Zeta para salir a ring, esta vez jueza
lituana, con lo cual esperábamos buenos resultados, y aunque no
conseguimos el punto de kay salimos muy contentos por el juicio (dio rapords uno por uno a cada perro). Zeta
volvió a conseguir el mejor joven y otra vez a las finales.
Una vez llegan las finales
me sorprendi con la cantidad de perras que había en el ring de honor
y me sentía muy pequeñito allí en medio. Mi buen presentimiento
matutino se confirma cuando Zeta y yo somos seleccionados como mejor
de grupo 1 y empezamos a pelear por el BIS joven. Estaba eufórico,
Berta desde fuera me decía que me relajada, yo ya estaba emocionado
y no me importaba en absoluto que no fuese seleccionado entre los 3
mejores porque ya estaba entre los 10 mejores jóvenes de toda la
exposición. No conseguimos podio pero estábamos pletóricos.
Habia que recogerlo todo
para volver a casa y asi lo hicimos, nos despedimos de todos los
amigos y cargamos el coche. Estabamos muertos y aun nos esperaban 9
horas de coche…
El GPS nos mete por carreteras secundarias
tétricas, sacadas de novelas de terror y yo empecé a bromear con
que nos íbamos a encontrar a la niña de la curva. Doblamos una
curva y vemos en mitad de la carretera un único coche con las luces
de emergencias puestas y el coche parado, en ese momento la
adrenalina por las nubes, Carlos activó el cierre centralizado,
cuadró un cambio de rasante y de repente los faros iluminan las
carreteras y vemos una cierva muerta en medio de la carretera, claro
yo pensé que Berta no se dio cuenta y al grito de “CUIDADO!!!”
Berta dio un frenazo, seguido de un grito, y todo lo que había en el
maletero enterró a Carlos, y fuimos a ver que había pasado.
Ayudamos al señor del coche y apartamos el cuerpo de la cierva para
que no provocase accidentes. Empezamos con risas nerviosas y ya nos
tranquilizamos.
El resto del viaje no fue mas que una parada para
cenar y reponer fuerzas para llegar a casa.
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