martes, 18 de septiembre de 2018

Reglas de Oro (parte 3)


3. Dedícale tiempo.
Ninguna relación funciona si no le dedicas tiempo. Tu perro no entiende si tienes muchas cosas que hacer. Incluir un perro en tu vida fue tu decisión, no la suya, ¿por qué ahora le fallas tú?
Tu perro debería ser una de tus prioridades, recuerda eso. Si más adelante ves que algo falla en tu relación con él, deberías considerar este aspecto de nuevo.


4. Planifica actividades comunes.
Es muy bueno que tu perro tenga un grado de independencia, pero es aún mejor si también incluís en vuestras rutinas actividades que os guste a ambos. ¿Os gusta correr? ¿tal vez daros un chapuzón en el río? ¿dar paseos?
Trata de pensar en qué puedes coincidir con los gustos de tu perro, es tremendamente gratificante tener un amigo con el que puedes compartir las actividades que más te gusta hacer, ¿no crees?

5. Permítele realizar actividades independientes.
También es importante tener vuestro punto de autonomía. Claro que esto no puede significar que se vaya de paseo solo de casa y que vuelva cuando quiera, que le dejas las llaves bajo la alfombra de la puerta… pero, ¿por qué te parece mal que juegue con sus amigos? ¿qué se atreva a irse con ellos durante el paseo a hacer algo que a todos les apetece y comparten?
Dentro de unos límites, favorecer la independencia de tu perro significa fortalecer su autoestima y mejorar vuestra relación, pues creando un perro hiperdependiente no estás consiguiendo felicidad mutua.

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