sábado, 25 de julio de 2015

El Herpesvirus Canino,.. un virus importante de conocer

Herpes virus Canino... ese gran desconocido del Criador
(pero muy importante)

Este importante virus en la crianza canina, nos pega de golpe cuando entra en nuestro criadero siendo el primer sintoma una “ola” de mortinatalidad (*)

El Herpes virus es un alpha-herpesvirus que está presente no sólo en perros domésticos sino también en cánidos salvajes. Poco se supo sobre la enfermedad durante bastante tiempo, y esto es, simplemente porque en animales adultos produce poca o nula sintomatología específica que pueda identificarse como siendo propia de ella. De hecho, tradicionalmente los criadores y veterinarios no se han preocupado de identificarla ni rastrearla en sus ejemplares sencillamente porque poco o nada sabían de su existencia.
Fue diagnosticado por primera vez en 1965 en Estados Unidos. Un virus ADN sensible a los solventes lípidos (ejemplo el alcohol) y casi a todos los desinfectantes. Es bastante inestable fuera del hospedador, con una vida de 24h si las condiciones de humedad y temperatura son las adecuadas (Merck 2011).

Lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de un virus que puede causar la esterilidad en hembras y machos y la mortandad pre-natal y peri-natal, además de reabsorciones fetales y abortos. Por lo tanto, esto es ya de por sí grave dado que afecta directamente a la Crianza Canina de forma muy alarmante.
Lo segundo que tenemos que saber es que su transmisión y contagio es muy fácil, se transmite por vía aerosol, tanto como a través del contacto directo o indirecto entre perros infectados y los que no lo están. Y no se trata solamente de transmisión por vía sexual, cuando hablamos de contacto directo, sino que está probado que incluso algo tan simple como que dos perros compartan cama, jaula o espacio puede implicar el contagio, de la misma manera que este puede ocurrir si un animal lame los genitales de otro! Esto significa que un macho o una hembra sanos pueden infectarse si lamen a otro enfermo y luego se lamen a sí mismos, pero también que uno enfermo contagie a otro lamiéndole después de haberse lamido a sí mismo. Es decir, que unos y otros actúan como vectores-transmisores de la enfermedad. Pero la infección por herpes en adultos es con mucha frecuencia subclínica y el diagnóstico suele pasar desapercibido.
El virus parece estar presente en todo el mundo pero sólo ha sido encontrado en canidos. Los muestreos serológicos son limitados, pero en animales comunes son frecuentes las tasas de seropositividad mayores al 30%. Algunos criaderos tienen prevalencias de tasas tan altas como 100%, sin desarrollo de enfermedad en los cachorros. (Pratts y Obachs 2005)


Se contemplan tres vías de transmisión:
  • Oronasal.
  • Venérea.
  • Transplacentaria.
El cachorro se contamina sobre todo en el paso del canal pelviano, durante el parto. En efecto, unas horas o unos días antes, el virus se multiplica de manera importante en la mucosa vaginal de la hembra infectada. En este caso, pues, la infección es por vía oronasal. Tambien pueden infectarse por vía oronasal de adultos portadores o de otros cachorros infectados.
Como por ejemplo:
  • Las secreciones nasales durante los 15 días siguientes a la infección.
  • Las secreciones genitales hasta 20 días después de la infección en la hembra.
  • Los fetos y las envolturas fetales tras aborto o momificación.
  • La mayor parte de las excreciones de los cachorros enfermos (saliva, lágrimas, expectoraciones, orina, heces).
  • El esperma del semental previamente infectado (por tanto la inseminación artificial no protege a las hembras contra la contaminación por el macho, aunque puede evitar el contagio de un semental sano por parte de una hembra enferma).
  • La saliva de los adultos, de manera tardía y fugaz.
Si bien el virus no resiste prácticamente en el ambiente, hay que recordar que en las colectividades las personas que manipulan los cachorros pueden ser un vehículo transmisor.
Respuesta ante el contagio
En algunos casos se puede comprobar una transmisión transplacentaria del virus durante la gestación. Los efectos de esta infección transplacentaria varían en función de la fase de gestación, provocando infertilidad o abortos más o menos tardíos.
Contaminación transplacentaria ......................muerte 5 a 12 días tras la infección
Animales de menos de 2 semanas....................muerte
Animales de más de 2 semanas........................portadores inaparentes y asintomaticos
Los principales signos clínicos del neonato en la forma sobreaguda son una mortalidad fulminante y asintomática, y en la forma aguda, la más frecuente, son:
  • Anorexia: los cachorros dejan de mamar, se desinteresan de la madre y entre ellos.
  • Gemidos constantes manifestando un dolor abdominal.
  • Las heces, más o menos líquidas, son de color amarillo grisáceo.
  • Al final de la evolución aparecen signos nerviosos (opistótonos (*1), movimientos de pedaleo).
  • A veces se observa edema subcutáneo, eritema y pápulas en el abdomen.
  • La muerte se produce en 24-48 horas.
En las camadas afectadas, la mortalidad es de alrededor del 80%; si hay supervivientes serán portadores latentes y podrán presentar secuelas nerviosas irreversibles como ataxia, amaurosis, déficit cerebelo vestibular.
En las poblaciones ya infectadas por el virus, la mortinatalidad es menos dramática porque los cachorros tienen una protección por los anticuerpos del calostro si la tasa de anticuerpos de la madre era suficientemente elevada. Por tanto están protegidos contra la septicemia mortal, pero no contra una infección latente o inaparente como portadores sanos.
Aparte de la mortinatalidad aparecerán otras alteraciones patológicas en cachorros de más edad y en los adultos.
  • En el cachorro de más edad puede presentar conjuntivitis (puede complicarse con queratitis y, con menos frecuencia, con panuveítis y retinitis), rinofaringitis y provocar un síndrome de "tos de las perreras".
  • En la hembra adulta se pueden encontrar vesículas a nivel de la vulva y la vagina, únicamente en proestro, y que regresan al cabo de un par de semanas para reaparecer en el proestro siguiente.
  • En la hembra gestante aparecen abortos consecutivos a una placentitis, pasados los 20 días de gestación. Los abortos precoces provocan una reabsorción embrionaria confundida con infertilidad, y si es más tardía se podrán encontrar momificaciones fetales, abortos tardíos y metritis agudas. Sea cual sea el momento del aborto, favorecerá endometritis.
  • En el macho, la mucosa del pene puede estar hiperémica, con petequias y/o una superficie más o menos rugosa. En ocasiones se pueden apreciar lesiones nodulares linfoides o papulares. Estas lesiones se acompañan de una excreción viral muy importante y son responsables de la transmisión venérea del herpesvirus, de un semental infectado a una hembra sana o de una hembra infectada a un semental sano. Por ello son muy importantes puesto que contribuyen a la propagación del virus en un criadero afectado.
En la herpesvirosis son sobre todo las formas latentes y los portadores sanos los que constituyen el verdadero problema de esta virosis, pues aseguran la permanencia indefinida.  Generalmente la presentación clínica en perros adultos se manifiesta en Enfermedad Respiratoria (tos de la perrera) periodo durante el cuál se produce mayor  eliminación del virus al ambiente, el periodo de eliminación viral  es de aproximadamente 7 días, las personas actuan como vectores/portadores  de transmisión mediante nuestras ropas (posibilidad latente).
Diagnóstico de sospecha
  • Todo episodio de mortalidad neonatal (en los 8 primeros días) debe hacer pensar en la posibilidad de primoinfección herpética.
  • La exploración de un síndrome de "hipofecundidad" o "infertilidad" en un criadero debe incluir la hipótesis de "secuelas" de una infección por herpesvirus.
  • Historial de lesiones genitales en los reproductores o de rinotraqueítis (tos de la perrera).
  • Ausencia de lesión macroscópica en las formas fulminantes.
  • En caso de aborto, la placenta suele presentar degeneración y focos de necrosis. Pero no conviene quedarse satisfecho con esta orientación clínica y es recomendable pedir confirmación a través de exámenes de laboratorio como son la histología, la serología y la detección de la presencia del virus por PCR (el único factor limitante es el coste de estas pruebas para un criadero o particular)
Causas de mortinatos y su diagnóstico diferencial
(hay que tener en cuenta que no todas los mortinatos son a causa del herpesvirus)
  • Neosporosis (necesita que el perro se alimente de visceras crudas)
  • Brucelosis (generalmente aborto o se reabsorbe durante la gestación)
  • Infección por E. Coli (relacionado con toxemia, posible en las vaginitis)
  • Parvovirus canino tipo 1 (no hay lesiones macroscópicas pero si microscópicas)
  • Rotavirus (no es muy frecuente y relacionado con el coronavirus)
  • Adenovirus (hepatitis-insuficiencia hepática fulminante)
  • Síndrome del cachorro debilitado (es probable que participe el Herpesvirus)
  • Cualquier otro síndrome causante de mortalidad neonatal (síndrome de la leche tóxica, micoplasmosis, septicemia neonatal, etc.).
Existe en el mercado una vacuna contra el herpesvirus canino (Eurican Herpes 205®) cuyo mecanismo de acción consiste en provocar en la hembra gestante una elevación importante de sus anticuerpos que a su vez aseguren la protección de la camada a través del calostro. El estado de la hembra, tanto si es indemne, infectada latente o infectada clínicamente, no tiene importancia puesto que se trata tan sólo de realizar una inmunización pasiva de los cachorros.
El protocolo son dos inyecciones en la hembra: una primera entre el inicio del celo y la monta, y una segunda 10 días antes del parto.
Esta vacuna asegura la protección de la camada que viene, pero no elimina los portadores sanos. Hay que repetirla en cada gestación.
¿Podemos vacunar a los machos?
Aunque es una vacuna muy segura y eficaz, el registro de la vacuna es para ser aplicada en las hembras gestantes. El problema se produce cuando una perra gestante, que es negativa y nunca ha estado en contacto con el virus, se contagia durante la gestación. En esos casos se pueden producir reabsorciones embrionarias, abortos y mortalidad neonatal. Los cachorritos cuando nacen no tienen defensas, y adquieren anticuerpos a través del calostro materno. Si la madre nunca había estado en contacto con el virus, el calostro no lleva protección contra éste, por eso sólo se vacuna a las hembras gestantes.
En Francia la están aplicando a los machos cada 6 meses para reducir la tasa vírica en los criadores.


Notas:
(*) Muerte de cachorros neonatos
(*1) Espasmo de tipo tetánico y generalizado que predomina en los músculos de la nuca y del dorso. El cuerpo y la cabeza se quedan arqueados hacia atrás con las piernas y los brazos extendidos.

Bibliografia:
Entre otros conocimientos veterinarios y los siguientes

- Obach A. 2005 Herpesvirus canino: Pongamonos al dia. http://www.magazinecanino.com/uploads/biblioteca/HERPESVIRUS%20CANINO%201.pdf


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